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Sin lluvia nada crece. Aprender a aceptar las tormentas de tu vida

¿Cómo interpretas esta frase?, ¿Qué te sugiere?, ¿Sabes navegar con tormenta?

Las tormentas traen agua y esta, es necesaria para la vida y para que crezcan las plantas. Pero las tormentas, tienen consecuencias no tan deseadas como las inundaciones, los rayos, vientos fuertes, destrozos, fuegos, con los que no contamos.

Entonces, las tormentas ¿Son buenas o malas?, ¿Cómo valorar las tormentas?

Este pensamiento dicotómico, hace que la interpretación de las cosas que suceden a nuestro alrededor, esté polarizada. Valoramos los hechos, en función de los resultados que deseamos y no del hecho en sí, sin nuestro  juicio sesgado.

Si este hecho, satisface nuestra necesidad o nuestro deseo, lo que ha ocurrido estará bien, y  por tanto, realizaremos una valoración positiva del mismo. Por el contrario, si el mismo hecho, no satisface nuestro deseo o nuestros intereses, valoraremos el resultado cómo negativo, y nos generará un sentimiento de malestar y frustración.

La mayoría de las personas tenemos un pensamiento polarizado de la vida, de lo que sucede a nuestro alrededor. Pensamos en binario en ceros-unos, encendido-apagado, bueno-malo, guapo/a-feo/a. Esta forma de pensar, provoca que sólo aceptemos dos posibles resultados, excluyendo todos las demás posibilidades y alternativas., enfrentándonos al resultado y provocando que sean excluyentes entre sí.

Ver la realidad e interpretar su significado desde este filtro limitado, provoca una distorsión en el pensamiento desembocando en  una rigidez en la forma en que nos relacionamos con los sucesos de nuestra vida. 

El psicólogo Aron Beck, analiza esta forma de pensar como inmadura y primitiva. Cuando tenemos este tipo de pensamiento, tenemos problemas para identificar las diferentes posibilidades de un suceso.

No nos cuestionamos nuestras afirmaciones, y aunque sabemos que podemos estar equivocados/as, no cederemos, esto supondría aceptar y modificar nuestro pensamiento. En lugar de eso, nos reforzaremos en nuestros argumentos para continuar pensando así.

Otros autores como Atsushi Oshio, define a los/as que tenemos una forma de pensar dicotómica como personas autoritarias, narcisistas y con baja autoestima.

Con esta manera de pensar y actuar, compensamos nuestras carencias, reafirmándonos  en nuestro pensamiento,  en lugar de valorar el resultado o las alternativas que se nos presentan.

Además, necesitamos tener el control de la situación, somos perfeccionistas y luchamos por evitar la ambigüedad. Por eso, rechazamos cualquier acción contraria a nuestro pensamiento, no valorando como posible ninguna alternativa diferente a nuestra idea.

Esta forma de razonar, afecta a nuestro estado anímico. Pensar en términos absolutos nos genera frustración. No poder imponer nuestro criterio, pensando que tenemos que aceptar lo contrario a nuestro pensamiento nos genera malestar. Esta contrariedad, puede provocar tristeza, enfado, ansiedad, incluso un estado depresivo. 

La relación con los demás, va a estar condicionada por nuestra forma de evaluar esta. Ya que necesitamos la aprobación de nuestra postura y pensamiento por parte de la otra persona. Si no es así, indicará que esa persona está en contra de nuestro pensamiento y por tanto, no validará nuestra opinión y postura,  concluyendo que está contra nosotros/as.

Para modificar este tipo de razonamiento, debemos incluir en nuestro pensamiento  las múltiples posibilidades que ofrece la vida. Una amplia gama de alternativas y colores para enriquecer nuestros procesos mentales y educar la flexibilidad de nuestro razonamiento. De esta manera, ganamos en capacidad de resolución de problemas, aceptando alternativas antes impensables.

Para conseguir esta flexibilidad de  pensamiento y generar múltiples soluciones, podemos utilizar el ejercicio de “Salir de la caja”, o la técnica de “Pensamiento lateral”.

Cuanto más jóvenes seamos, más sencillo será este aprendizaje. Educar la flexibilidad de pensamiento, en lugar de un pensamiento dicotómico,  te ayudará a resolver los diferentes conflictos de tu vida. Facilitará que  la  toma de decisiones, no te genere malestar y que el resultado de tu decisión, no tenga la carga negativa del autojuicio.

 

Si te han quedado dudas, contacta conmigo y te lo explico con ejemplos prácticos.

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Espero que te haya gustado, muchas gracias y hasta la próxima.